FOTO: Prensa Caracas FC |
Habían transcurrido poco más de 2 semanas desde el último juego del Caracas FC en el Olímpico de la UCV. Haberle ganado al Zulia FC en aquel entonces suponía un buen arranque del conjunto de Antonio Franco, cuyo buen momento se desplazó hasta "La Carolina" de Barinas, cuando por culpa de un poste no se pudo ganar ese encuentro. Hoy los rojos recibían a un Ureña SC con hambre de puntos, solo uno por debajo de los capitalinos y buscando hacer historia ante un grande.
El horario de los partidos es tema de debate, con la excusa de colocar tantos encuentros posibles en la TV se ha dejado a un lado a los fanáticos, a los que le dan vida a las gradas de los estadios. La fiel fanaticada del Caracas, en parte, se ha visto afectada. Jugar fútbol un viernes en la noche es muy poco común, sobretodo en Venezuela. Con ese antecedente en la segunda jornada, hoy muchos tuvieron que ver el encuentro desde casa, pues un domingo a las 7:30 pm no es buen horario para jugar en una insegura ciudad caraqueña. Aún así, la barra y poco más de 3 mil personas fueron a ver al endecacampeón del país.
Ureña es un equipo joven y aguerrido, con solo 9 años de fundado ya se encuentra en la máxima categoría del FutVe, siendo el Torneo Adecuación 2015 quien le diera la bienvenida. En aquella ocasión, en su enfrentamiento contra los avileños cayeron derrotados 2-0 con goles de Rubert Quijada y Armando Maita. En el cierre de la jornada 8 del Apertura 2016, los "azucareros" volvían al recinto universitario con la intención de hacer historia.
Los fronterizos iban en serio, llegaron a la UCV con garra y corazón, querían emular esa batalla bíblica entre David y Goliat, tumbar a un gigante en su patio no era tarea fácil. Con una presión alta desde el comienzo y tratando de dominar la esférica, Víctor Rentería pondría a soñar a todo un pueblo con su gol al minuto 8. Siendo habilitado por Mauricio Parra, el delantero se sacaría de encima a Wuilker Fariñez para mandar la redonda al fondo de la red, por más que Quijada se esforzó para evitarlo todo Ureña ya celebraba el primero.
Con ese tanto inesperado, los de casa trataron de buscar el empate de todas las formas posibles. Sin embargo, con el pasar del tiempo se veía más esa versión gris de la fecha pasada que aquel que ganó a Huracán por Libertadores. Con la ausencia de Mea Vitali pareciera que no hubiese vida en el mediocampo, Caracas sufría de una "Mikydependencia", estaba sin ideas claras. Por momentos se vieron destellos de Robert Hernández, quien en una ocasión pecó de regates y no concluyó una acción clara de ataque. Armando Maita era uno que reaparecía en la delantera, estuvo activo pero sin puntería.
Uno de los "polémicos" trapos. FOTO: Los Demonios Rojos |
Franco debía hacer algo para que sus muchachos reaccionaran de manera inmediata, la solución estaba en el banquillo, siempre la estuvo. Desde el arranque del complemento, Diomar Díaz haría su entrada por un Evelio Hernández que sigue sin encontrar su máximo nivel. El "8" avileño entraría activo, con ganas y buscando cambiarle la cara a sus compañeros.
Corría el minuto 50 cuando el árbitro decide detener el encuentro por dos "trapos" que algunos miembros de la barra local habían sacado desde el comienzo de la segunda mitad. Hasta que no retiraran la pancarta el juego no se reanudaría, teniendo que ir hablar Quijada y Andreutti con los hinchas para calmar un poco la situación. Con casi 6 minutos detenidos volverían a la acción capitalinos y tachirenses. Caracas adelantaría líneas para poder asediar más el arco de Cristian Flores, no obstante, la pelota seguiría disgustada con los jugadores locales.
La visita se haría más sólida con el pasar de los minutos, estaban cumpliendo su misión por los momentos y ya tenían el manjar de la victoria en su boca. "Tony" daría ingreso a Andris Herrera en el 90', jugandose la última carta para salvar una derrota que no estaba en los papeles. Caracas en cuestión de 4 minutos (92' y 96') le daría vuelta a un encuentro que cada vez se iba haciendo más oscuro. Una combinación de pases entre Jefre Vargas y Robert Hernández terminaría en los pies de Díaz que definiría a quemarropa para la igualdad. Como sacado de un cuento de ficción, los rojos conseguirían el gol de la victoria gracias a una asistencia de Diomar para que Herrera definiera solo ante el meta rival. Los cambios de Franco dieron resultado y los 3 puntos se quedarían en casa, de nuevo.
Caracas apostó por la jerarquía ante un rival que no tuvo nada de pequeño. A veces el fútbol no es justo, pero siempre gana el que más goles marque y no quien más lo merezca. Estos juegos son para ganarlos y no sufrirlos. Con un juego reprogramado ante Trujillanos el miércoles que viene, los capitalinos esperan volver a sumar de a 3 para poder asaltar el cuarto lugar de la tabla. Hoy el invicto se salvó en el tiempo añadido, mañana... quien sabe.
Theoscar Mogollón (@Theo_Mogo)
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